La luz en la fotografía es la materia con la que recreamos nuestros sueños. Es algo más que mera energía.
Cuando alguien que fundamenta sus conocimientos en las artes,
en un sentido amplio de la palabra, se enfrenta a ella, existe una
reticencia a lo estrictamente científico. Pensamos que es
algo totalmente alejado de nosotros, que no existe una conexión, una
mínima predisposición en nuestro cerebro que nos invite a penetrar en
los aspectos más técnicos. Pero, sin duda, es un
capítulo ineludible; puesto que en fotografía, la materia prima con
la que se trabaja es la luz.
La verdad es que cualquier persona cuenta con los
conocimientos básicos para enfrentarse a esta cuestión. De ninguna
manera, podemos obviar que nuestra retina lleva capturando todos esos
matices en los que la luz transforma nuestro mundo, desde el mismo
día que nacemos.
Conocemos la luz, y en definitiva intuimos cómo se comporta,
solo es cuestión de llamar a las cosas como corresponde. Me gusta pensar
en la luz como en nuestra lengua materna visual. Quizás
no tengas ni idea de gramática, pero seguro que sabes expresar tus
ideas de una manera clara verbalmente. Es algo similar lo que sucede con
la luz en el entorno fotográfico; podemos llegar al
resultado que imaginamos más fácilmente de lo que creemos.
En Theotokopoulos, contamos con un miembro excepcional para
estas cuestiones cuyo bagaje personal en el entorno fotográfico logra
conciliar las visiones más oníricas del grupo
creativo. Sin duda, este papel, el de Nacho, liderando las
cuestiones técnicas, es fundamental, pero también lo es, el eterno
juego del aprendizaje que logra acercar esa visión
técnica de la luz como materia, como elemento de la física con lo
puramente artístico, y por este camino transcurren horas de charlas y
experimentos.
Desde Theotokopoulos, plenamente conscientes de nuestras
limitaciones, queremos invitaros a vivir este crecimiento en primera
persona: Por un lado, la superación del equipo creativo en
cuestiones técnicas, y por el otro, la inmersión del equipo técnico
en las cuestiones creativas.
Para crecer en estas direcciones realizamos sesiones
fotográficas, y nos gustaría que esta energía que empleamos repercuta en
beneficio de las personas que siguen este blog. Por esta razón
hemos decidido compartir con vosotros algunas de las sesiones y
explicar con algo más de detalle nuestro trabajo.
RETRATO DE PEDRO SALVADOR
En este retrato, jugamos solo con una fuente de luz situada a la
izquierda del sujeto con un softbox de tamaño mediano, rellenando las
sombras con un improvisado reflector situado muy cerca del
rostro.
Es interesante cómo con un solo emisor de luz y un reflector se
pueden obtener resultados satisfactorios; de hecho, lo más recomendable a
la hora de empezar, no es lanzarse al vacío con cientos
de luces, es más efectivo aprender a dominar una sola fuente y las
propiedades de la luz.
Los datos de la toma son: Nikon 300s , objetivo 105 mm a f7.1, 1/160.
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